En el año 2000 me encontré con
este maravillo escrito de Fernández Álvarez Uría,
“Escuela y Subjetividad”.
Volví a creer que - refundar la escuela como espacio donde el conocimiento enlace la pasión
del docente con el potencial del niño y adolescente- podrían ser posible estas biografías.
Algo sucede, cuando los que
hacemos escuela albergamos lo inesperado
para que este lugar sea un
lugar en la vida de nuestros
pibes.
La mirada en lo relacional lo hace posible.
La condición está ahí, en el
vínculo pedagógico que habilita que el conocimiento nos enlace
como sujetos pedagógicos,
abriendo para
cada uno horizontes inesperados, inciertos, potentes.
Los invito a encontrar en esta lectura signos para pensar-nos.