domingo, 15 de enero de 2012

Un modo distinto de mirar el autismo II

El artículo que se presenta fue escrito por un clínico e investigador especializado en la neurociencia cognitiva del autismo y plantea que trabajar con personas con autismo ha cambiado por entero su percepción sobre esta condición. En su laboratorio hay trabajando 8 personas con autismo, cuatro son asistentes de investigación, tres son estudiantes y una es investigadora. Ninguno de es un savant. Comenta que todos ellos están trabajando allí por sus cualidades personales e intelectuales y que realizan contribuciones a la ciencia por su autismo y no a pesar de él. Más allá de las dificultades que genera esta condición en la vida cotidiana, el autor comenta que “datos recientes - y mi experiencia personal – sugieren que el autismo puede ser una ventaja en algunas esferas, incluida la ciencia”.

Mottron comenta como se conoció con Dawson, la investigadora que tiene autismo y trabaja con él desde hace diez años. En su momento reconoció su habilidad para aprender y al día de hoy han elaborado conjuntamente más de una decena de artículos científicos y capítulos de libros.

Comenta que en los criterios diagnósticos y descripción de esta condición se definen las características negativas del cuadro y no así las positivas o las que generan ventajas. El autor plantea que ninguno de los argumentos que expone pretenden minimizar los aspectos negativos de esta condición, sino que sin negar las dificultades es importante poder resaltar el potencial que tienen estas personas.

Sin dudas el cerebro de los autistas opera de manera diferente. Neurológicamente, hay mayor actividad en las redes neuronales que procesan estímulos visuales que en las que procesan lenguaje, esto genera las dificultades que tienen con respecto al lenguaje pero les permite tener mayor rendimiento que las personas que no tienen autismo en tareas de percepción. Por ejemplo, son capaces de detectar un patrón en un ambiente distractor. También suelen destacarse en tareas auditivas, en la detección de estructuras visuales y en la manipulación mental de formas tridimensionales complejas. También tienen un mejor y más rápido rendimiento en la clásica prueba de inteligencia de Matrices Progresivas de Raven.

Dawson fue la que abrió mis ojos acerca de la actitud “normocéntrica”. Hoy me parece increíble que los científicos continúen evaluando a las personas con autismo con pruebas de inteligencia verbales, cuando en realidad se requieren pruebas que no necesiten de explicaciones verbales. En este punto el autor ejemplifica con el caso de las personas que tienen déficits auditivos. “Ya no creo que la deficiencia intelectual sea intrínseca del autismo”.

“Dawson y otras personas con autismo me han convencido de que en muchas ocasiones lo que necesitan son oportunidades y sostén… Como resultado, mi grupo de investigación y otros cree que el autismo debería ser descripto e investigado como una variante dentro de la especie humana. Esas variaciones en la secuencia genética o en la expresión pueden tener consecuencias adaptativas o desadaptativas pero no pueden ser reducidas a un error de la naturaleza que debe ser corregido”.

“Los científicos deberían hacer más que simplemente estudiar los déficits del autismo. Enfatizando las habilidades y fortalezas de las personas con autismo, descifrando como los autistas aprenden y alcanzan el éxito en ambientes naturales y evitando el lenguaje que enmarca al autismo como un defecto que debe ser corregido, pueden ayudar a delinear la discusión en otros sentidos”


“Cambiando percepciones: el poder del autismo”
[Nature, 2011; 479]